Vibraciones Moleculares.
Vivimos
en un Universo vibracional: vibra el aire, vibra la luz, vibra el sonido, vibran
las cosas con las que convivimos diariamente, e incluso, vibramos nosotros
mismos. Sólo así, aceptando que desde la energía hasta el cuerpo “más sólido”
corresponden a vibraciones específicas y campos magnéticos generados a su
alrededor, es posible comprender la gran cantidad de fenómenos presentes en
nuestra vida diaria y que antiguamente se atribuían a efectos sobrenaturales o simplemente
se negaba su existencia.
Desde hace
décadas los científicos sabían que las moléculas vibraban, lo que no
comprendían era el significado de esa vibración. Todos los átomos vibran por el
movimiento constante de las llamadas partículas subatómicas (electrones,
protones, etc.), cuando dos o más átomos se unen y forman una molécula suman
sus vibraciones a las vibraciones de los enlaces y confieren a la molécula una
vibración específica. También las moléculas se unen para formar sustancias,
luego células y éstas a su vez tejidos; de esta manera se va conformando una
verdadera red de vibraciones específicas para el cuerpo humano y sus
componentes.
A
principios de la década de lo años 90s se descubrió que esas vibraciones
específicas para cada molécula no carecían de sentido, todo lo contrario, son
“verdaderos elementos de trabajo” que permiten con gran exactitud “comunicarse
con sus receptores específicos”, es decir, una sustancia “X” vibra en
determinada frecuencia que será percibida y aceptada solo por un receptor
específico para esa frecuencia “X”, desencadenando una acción o cascada de
acciones en el funcionamiento del cuerpo humano. Todo esto realizado a la
velocidad de la luz.
Derivado
de esto podemos comprender que la Biología actual tiene que considerar el
origen electromagnético de los mensajes que permiten a las moléculas actuar,
así como la especificidad de esos mensajes: “Una molécula se comunica sólo con
su receptor específico”. Al mismo tiempo la Biología tiene que considerar que
si somos capaces de reproducir ese mensaje electromagnético podremos “simular
múltiples órdenes y correcciones de trastornos sufridos en nuestro cuerpo”.
Cuando una célula, un tejido o un
órgano del cuerpo humano sufre cualquier alteración, en última instancia lo que
se altera son los átomos de la parte afectada; esto se traduce en alteración de
las Vibraciones Moleculares de las células o tejidos dañados. ¿Qué necesitamos
para corregir esas alteraciones desencadenantes de dolor, inflamación o enfermedad?
Recuperar la normalidad en las Vibraciones de los átomos y en las Vibraciones
Moleculares.
La vibración de una sustancia es una
verdadera “Señal Molecular” que puede ser representada por una gama de
frecuencias, pero hay aspectos interesantes que tomar en cuenta. Lo primero es
que en el cuerpo de los seres vivos las moléculas requieren la presencia de
agua para actuar, considerando además que el agua que las rodea actúa como
amplificador y transmisor de sus Señales Moleculares.
Cabe aquí
hacer mención que el agua más eficaz y eficiente en el cuerpo de los seres
vivos es el Agua Arracimada® (conocida en términos científicos como
microarracimada, organizada o estructurada), agua en la que 6 moléculas se unen
como anillos hexagonales para formar conglomerados en forma de racimos de uva (conocidos
como “Clusters”); este tipo de agua, sumamente activa, facilita y asegura la
buena transmisión de las Señales Moleculares en el cuerpo humano, ya sea que provengan
de fuentes internas o de fuentes externas.
De
acuerdo a lo explicado en los párrafos anteriores resulta comprensible aceptar
que toda aquella sustancia presente en nuestro cuerpo de manera natural o que
penetre a él artificialmente (inhalada, inyectada o bebida), siempre actuará
mediante sus Vibraciones Moleculares transmitidas a sus receptores específicos.
No importa si se trata de un simple remedio casero, un medicamento, una toxina
o un veneno, las Señales Moleculares que se emitan serán percibidas por los receptores
específicos que actuarán en consecuencia. También debemos insistir en que si
simulamos esas Vibraciones Moleculares podremos obtener los mismos resultados
que si se tratara de una molécula real, no importa que sólo se trate de una
simple vibración sin la presencia de la sustancia original.
El Generador de Vibraciones Moleculares
es un equipo capaz de producir infinidad de Frecuencias de Vibraciones
Moleculares correspondientes a tejidos, órganos o sustancias; las cuales al
aplicarse a una persona permiten restaurar las Frecuencias de Vibración
Molecular alteradas en sus órganos o tejidos dañados, logrando rápidamente su
recuperación. Tiene gran utilidad para aliviar el dolor, desinflamar y, al
mismo tiempo acelerar la cicatrización y recuperación de los tejidos afectados.
Cuando se emplea con fines cosméticos se obtienen resultados sorprendentes
porque logra “recuperar y/o rejuvenecer la piel con rapidez y naturalidad”.
Se trata
de un equipo de tamaño mediano que genera e introduce al organismo las FVM necesarias
a través de dos sondas cilíndricas (como un lápiz) utilizando como “acarreador”
energía eléctrica mínima (menos de 0.015 amperes). De esta manera se consigue,
a través de varias sesiones, re-estructurar (armonizar es el término usado en
Física) los átomos afectados y corregir las Vibraciones Moleculares, lográndose
así la disminución o supresión de los síntomas (fundamentalmente inflamación y
dolor) y la recuperación de los tejidos dañados.
Con este tipo de tratamiento, por
desgracia aún poco conocido, se logra desinflamar, acelerar la cicatrización y
sobre todo alivio o, inclusive, supresión del dolor, con la consecuente
recuperación acelerada del paciente. En el terreno cosmético los resultados
también sorprenden por su rapidez y efectividad. Además tiene la enorme ventaja
de que es un tratamiento indoloro, no invasivo y totalmente inocuo, ya que no
se introduce al organismo nada que no exista en él (sólo Vibraciones
Moleculares normales y propias de los tejidos) y se evita la presencia de
sustancias de desecho (metabolitos) que con tanta frecuencia provocan efectos
secundarios indeseables.
Algo que resulta por demás interesante
y útil es el hecho de que todas las Frecuencias Vibratorias generadas por estos
equipos se pueden grabar en Agua Arracimada®, con lo que se consigue
un doble beneficio, el efecto directo de las Frecuencias de Vibraciones
Moleculares impresas en el agua, más los múltiples e importantes beneficios que
el Agua Arracimada® proporciona por sí misma.
El manejo terapéutico asociando el
empleo del Generador de Vibraciones Moleculares con el consumo de Agua
Arracimada®, representa la posibilidad de conseguir resultados
insospechados a cambio de riesgos nulos y un costo sumamente bajo. Estos resultados
los podemos ver en tratamientos cosméticos y en múltiples padecimientos,
incluidos algunos de origen genético y considerados prácticamente incurables.
México D. F. Junio
del 2013
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